La alegría es una emoción que surge de nosotros, y nos invita a desear vivir, a sentirnos vivos, y a querer disfrutar de la vida. La alegría nos aporta la energía que necesitamos para adaptarnos a las circunstancias del día a día porque nos ayuda a vivir el momento presente. Es una emoción expansiva que nos empuja a abrirnos a la vida y a los demás.
Cuando nos sentimos alegres, nuestras relaciones con todo nuestro entorno son buenas, y estamos abiertos a probar cosas nuevas, a experimentar, a crear. Somos más espontáneos, agradecidos y flexibles.
La conexión con nuestro propio cuerpo, danzar, relacionarnos desde el afecto es una buena forma de sentir nuestra alegría, y expandirla. Es una buena forma de sentir mucha más energía para vivir plenamente nuestra vida.