Un pastel sabroso
muy grande y apetitoso
crema recién hecha
su perfume vuela
caramelo crujiente
los dientes se impacientan
la mesa es inmensa
por caber, caben bien
todos los comensales
muchos desesperados
se dejan la garganta
y sudan la gota gorda
sus sillas están cojas
no tienen cuchillo
los más vivos del recinto
y sus queridos esbirros
han organizado
un sarao bochornoso
los pocos y más redondos
manejan el reparto
y cuidan de los delgados.