CRISPR son las siglas de mi partido republicano, votadme (es broma, significa Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats o en español repeticiones palindrómicas cortas, agrupadas y regularmente interespaciadas) es el nombre de unas secuencias repetitivas presentes en el ADN de las bacterias, que funcionan como autovacunas. Contienen el material genético de los virus que han atacado a las bacterias en el pasado, por eso permiten reconocer si se repite la infección y defenderse ante ella cortando el ADN de los invasores.
Los científicos han aprendido a utilizar la herramienta CRISPR fuera de las bacterias para cortar y pegar trozos de material genético en cualquier célula. El poder de estas tijeras moleculares es inmenso, es por ello que fue considerado el mayor avance científico del año 2015.
En resumen, CRISPR utiliza unas guías y una proteína (Cas9) para dirigirse a zonas elegidas del ADN y cortar. A partir de ahí, se pueden pegar los extremos cortados e inactivar el gen, o introducir moldes de ADN, lo que permite editar sus ‘letras’ a voluntad, en esta pequeña infografía se explica su funcionamiento:
Puede aplicarse en casi cualquier situación en que se desee modificar la secuencia de ADN. Está siendo muy útil en investigación básica para generar modelos de enfermedades que antes apenas se podían estudiar, así como para estudiar nuevas dianas y fármacos.
También está permitiendo producir con mayor seguridad plantas transgénicas (que no necesariamente tiene porque ser algo malo), como por ejemplo champiñones que se conservan durante más tiempo.
CRISPR permite llevar a cabo también proyectos de impulso genético en los que un gen modificado se hereda con una probabilidad casi del 100%, lo que modifica poblaciones enteras en apenas unas generaciones. Existen ideas de llevarlos a cabo para alterar los mosquitos transmisores de la malaria, ya sea infertilizándolos o haciendo que actúen contra el parásito.
Pero seguramente, la aplicación más esperada de CRISPR es en el campo de la medicina, ya que es la gran esperanza para hacer realidad la anhelada terapia génica.
En principio, las investigaciones se dirigen al tratamiento de enfermedades causadas por alteraciones en un solo gen, aunque otras muchas podrían beneficiarse. Pero todavía no hay ninguna terapia génica con CRISPR aprobada y conviene ser cautos con las expectativas generadas.
Las enfermedades en las que más se trabaja se manifiestan en sitios accesibles, como el ojo, la sangre y los músculos. Algunos de los ensayos clínicos que se esperan se dirigirán a dolencias graves como la amaurosis congénita de Leber (un tipo de ceguera), la anemia de Fanconi o la distrofia muscular de Duchenne. Sin embargo, los únicos que hay actualmente en marcha están teniendo lugar en China e incluyen pacientes con cáncer sin opciones de tratamiento. Se hace exÂÂvivo (fuera del cuerpo/organismo), sacando las células, modificándolas y volviéndolas a inyectar.
De la misma forma que CRISPR puede modificar células adultas, lo puede hacer con los gametos o con las células embrionarias. De esta forma se podría corregir una alteración genética y su enfermedad en todas las células futuras del individuo y sus descendientes, aunque sería más difícil hacerlo con otros trastornos, como el síndrome de Down, que afecta a un cromosoma entero.
No es descartable. Existen variantes de un gen —el llamado apoE— que se relacionan con distintas probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzhéimer. Pero la variante más protectora parece incrementar, en contrapartida, el riesgo cardiovascular. Mucho más complicado y lejano aún sería aumentar capacidades como la inteligencia, pese a que apenas se conoce su genética, más allá de que depende de un conglomerado e interacción de numerosos genes. En cualquier caso conduciría a problemas de eugenesia (selección de rasgos hereditarios mediante formas de selección y manipulación humanas), asuntos que se sabe cómo pueden comenzar, pero no cómo terminar.
Como todo avance científico, mientras su uso sea supervisado bajo un código ético y médico, CRISPR podría suponer un avance enorme en varios campos de la biomedicina, como control de enfermedades hereditarias, nuevos tratamientos médicos y control de enfermedades zoonoticas transmisibles de animales a humanos.
Aqui dejo dos enlaces de vídeos explicativos sobre el tema, uno en inglés (que me gusta mucho más) y otro en español para el que el inglés le flojee un poco:
Vídeo en español: https://m.youtube.com/watch?v=NMIc49qGt2g
Video en inglés: https://m.youtube.com/watch?v=jAhjPd4uNFY