La caja tapada,
tres tristes almas de pie,
escasas palabras
abrazan el dolor,
cuatro chispas contadas
caen del cielo nublado,
el papel reza un nombre,
ni una última mirada
no correspondida
al presente vacío,
el enemigo invisible
tiene los ojos abiertos,
galopa desatado
con ganas de expandirse
por territorios carnosos,
no para ni un segundo,
las hordas agotan
con precisión los recursos,
los organismos confundidos
acaban consigo mismos.