Su estrella preferida,
la más grande y cercana,
siempre al tanto de sus obras,
de su preciosa sonrisa,
de las entrevistas,
la seguidora más fiel
construyó una guarida,
y ella sola se perdió allí,
las risas ahora estaban
torcidas, eran fingidas,
había caído en el engaño,
vaya bobadas que decía,
el tridente le pinchaba,
empezaron las críticas
en las redes sociales,
las malas palabras
y por fin las amenazas,
esos ojos perdidos
encontraron el camino
directo al calabozo.