Qué mal le queda el negro
al azul marino,
Cómo ondean las faldas
agarradas a la brisa
a pesar de esa mancha,
ni se saben los litros
que están ahí tirados,
un agujero negro
con miles de brazos
estrangulando despacio
todo lo que cae en sus manos,
un pegamento viscoso
cubre el fondo y la vida,
espanto absoluto,
nadie se hace cargo,
las cifras reales y
los daños colaterales
se guardan en una caja
y se tira la llave al fondo,
llueve sobre mojado.