En las manos, éso,
un libro abierto
con las hojas en blanco,
un corazón latiendo
a saber hasta cuándo,
pensamientos amontonados
sin parar de dar vueltas,
preguntas sin respuesta,
un mar de dudas revuelto
bajo la tormenta perfecta,
batallas por fuera,
por dentro la guerra,
arena moviéndose,
los pies descalzos caminan
por la cuerda floja,
soplan todos los vientos,
se nos cae el juguete
y se rompe en mil pedazos.