Creo que cuando en la vida por si misma, te suceden cosas buenas no aprendemos a valoraras y sólo cuando las dificultades llaman a nuestra puerta es cuando, solemos preocuparnos porque nuestra vida está condicionada por la seguridad, en la salud , si tenemos un seguro privado parece que nos garantiza ficticiamente nuestro organismo, seguridad en el trabajo, seguridad en lo emocional y por último seguridad en lo económico, si alguno de estos pilares cae, nuestro castillo de la vida comienza a resquebrajarse. Así funcionamos por la cultura en la que crecimos.
Lo relevante no es asimilar los golpes de la vida, sino lo determinante es superarlos pero siempre con la ayuda de los demás.
Nunca perdonaré a la vida el no haber sido consciente de cuando era feliz y lo confundía con normalidad.