Huyendo de la exageración diría que soy lo mejor que ha pasado por este perfil (excluyendo las visitas); que conocerme es quererme, que reciclo mogollón y que me gustan mucho los animales, sobre todo las gambas.
De empatía ya ni hablamos... tengo unas neuronas espejo que chorrean tanta sintonía y complicidad, que luego hay que pasar la fregona.
Un defecto: mi excesiva humildad ¡que encima me hace parecer aún más humano!!
Nunca contesto porque lo de chatear me da tanta pereza como subir al Everest con chanclas, y eso que por aquí hay gente estupenda.
Es más divertido coincidir por ahí y que surja la conversación, ya si eso.
Besos!