Estepicursor    49  

Un café, un rato de charla. Paz y tranquilidad. Respeto y sinceridad.
Realidad, no simulación virtual.

No se ve a nadie por la calle, tanto hacia arriba como hacia abajo, ni un alma. Solo se oye el silbido del viento, solo se ve un matojo rodante dando tumbos a su capricho. A lo lejos, muy a lo lejos, alguien canturrea en el desierto, pero no hay nadie escuchandolo. Es la unica voz que quedaba, la del mercachifle que a veces se pasaba para trocar su elixir curalotodo, alejandose sin prisas en su carromato tirado por su fiel mula. Nada nuevo bajo el sol. Otro pueblo sucumbió a la plaga y permanecen en sus casas, pendientes de sus pantallas.  Tal vez algun dia la gente vuelva a salir y se atrevan a relacionarse en lugar de solo simularlo. Tal vez haya mas suerte en el siguiente pueblo. Tal vez quede gente que quiera vivir en lugar de aparentarlo.